Culiacán, Sinaloa. — El gobernador Rubén Rocha Moya aseguró que no cuenta con reportes oficiales de violencia en el municipio de San Ignacio, a pesar de que las autoridades educativas locales determinaron suspender las clases presenciales y ordenaron que los estudiantes tomen clases en línea por motivos de seguridad.
La contradicción entre la versión del mandatario estatal y la realidad operativa en las escuelas del municipio genera dudas sobre la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.
El titular del Ejecutivo estatal explicó que el tema se analizó en la mesa de seguridad y que enviará personal al lugar para verificar la situación real que atraviesa la comunidad.
Rocha Moya subrayó que la suspensión de actividades presenciales en los planteles educativos debe sustentarse en fundamentos claros, pues no se pueden cancelar las clases de manera injustificada sin que exista un hecho violento documentado.
«No tenemos ningún reporte de violencia. Esto lo examinamos en la mesa y alguien ya debe estar acudiendo a San Ignacio para ver por qué es que no se pueden suspender nada más porque sí las clases», declaró el gobernador.
El mandatario cuestionó la implementación de las clases virtuales y enfatizó que estas medidas no pueden adoptarse sin que ocurra un hecho violento comprobable que justifique la decisión.
Rocha Moya reconoció que hasta el momento no ha dialogado con el alcalde de San Ignacio sobre el caso particular que llevó a las autoridades educativas municipales a tomar esta determinación.
El gobernador indicó que se revisará a fondo el motivo que originó la suspensión de clases presenciales para determinar si existe una amenaza real o si se trató de una medida preventiva sin sustento en hechos concretos.
El mandatario insistió en que su gobierno no ha recibido notificaciones de hechos violentos en la zona y recalcó que dará seguimiento puntual a los reportes que surjan de las autoridades locales.
