Culiacán, Sinaloa.- El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, denunció que el estado enfrenta una deuda superior a los 2 mil 600 millones de pesos por retenciones no entregadas al Instituto de Pensiones del Estado de Sinaloa (IPES) y al ISSSTESIN, lo que pone en riesgo las jubilaciones de cientos de trabajadores.
La deuda se acumuló durante el gobierno de Mario López Valdez (2012-2016) y una parte durante 2021, cuando no se depositaron los descuentos aplicados a los empleados en los fondos correspondientes.
Rocha Moya señaló que estos adeudos dejaron a los fondos de pensiones en una situación crítica, afectando la estabilidad financiera de las instituciones encargadas de garantizar las prestaciones de los servidores públicos.
En su intervención, el mandatario fue claro: “No vamos a permitir que la irresponsabilidad de los gobiernos anteriores afecte la jubilación de nuestros trabajadores”, afirmó.
El gobernador también destacó que su administración está trabajando arduamente para conseguir los recursos necesarios que permitan saldar la deuda y restablecer la confianza en los organismos de pensiones.
Aseguró que su objetivo es garantizar que los trabajadores del estado reciban sus prestaciones de manera puntual y sin problemas.
Rocha Moya detalló que los trabajadores afectados son principalmente aquellos que han contribuido a lo largo de los años al sistema de pensiones, pero que ahora se encuentran en incertidumbre por los adeudos heredados. Aseguró que no escatimarán esfuerzos para resolver esta situación lo más pronto posible.
Las autoridades estatales están buscando diversas opciones de financiamiento para saldar la deuda histórica y asegurar la estabilidad a largo plazo de las pensiones, buscando evitar más perjuicios para los trabajadores jubilados y activos del estado de Sinaloa.





