Estados Unidos. La inteligencia artificial dejó de ser una promesa del futuro y se convirtió en una amenaza real para millones de trabajadores. Solo en octubre de 2025, la automatización provocó 31,039 despidos en Estados Unidos, según reveló la consultora Challenger, Gray & Christmas.
En lo que va del año, la IA ha causado 48,414 recortes de personal, consolidándose como la segunda causa más común de despidos en el país, únicamente superada por la reducción de costos.
Las grandes corporaciones tecnológicas lideran esta revolución laboral que sustituye tareas humanas por sistemas automatizados, y los números no dejan lugar a dudas: el empleo tradicional está en jaque.
Los gigantes tecnológicos Amazon, Meta e Intel encabezan la ola de despidos masivos. Amazon anunció un recorte histórico de 30,000 empleados, el 10% de su plantilla total, según reportó CNBC.
Su director ejecutivo, Andy Jassy, fue claro al afirmar que la compañía «cada vez necesitará menos empleados para realizar las mismas funciones» conforme la IA amplíe su papel dentro de la empresa.
Por su parte, Meta despidió a 600 trabajadores debido a la automatización y la integración de sistemas más avanzados de inteligencia artificial en Facebook, Instagram y WhatsApp. Intel, el fabricante de microprocesadores, no se quedó atrás: anunció 25,000 despidos para acelerar la adopción de la IA en su producción y gestión.
El panorama global es igual de alarmante. Un estudio conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Instituto Nacional de Investigación de Polonia (NASK) advierte que uno de cada cuatro empleos a nivel mundial está en riesgo de transformarse por el avance de la inteligencia artificial.
En los países de altos ingresos, la cifra se dispara al 34%. Los puestos administrativos y cognitivos son los más vulnerables, especialmente en medios de comunicación, desarrollo de software y finanzas.
Aunque la OIT aclara que la automatización total sigue siendo limitada porque muchas tareas aún requieren intervención humana, la realidad es que la transformación ya está en marcha.
Sin embargo, no todo es catastrófico. Diversos estudios señalan que la expansión de la IA también generará nuevos puestos de trabajo relacionados con su gestión, supervisión y desarrollo. El reto para los trabajadores será capacitarse de forma continua para adaptarse a las nuevas tecnologías y mantener su empleabilidad en un mercado laboral que cambia a velocidad vertiginosa.
La pregunta clave es si las sociedades podrán crear suficientes oportunidades para absorber a quienes pierdan sus empleos tradicionales.
La revolución de la inteligencia artificial redefine no solo las funciones dentro de las empresas, sino también la forma en que las sociedades enfrentarán los retos de la automatización.





