Culiacán, Sinaloa. Decenas de familias que abandonaron la comunidad de La Vainilla por la violencia en la zona norte de Culiacán acudieron a las oficinas del Gobierno estatal para solicitar apoyos de vivienda.
Los desplazados buscaban este martes una audiencia con el gobernador Rubén Rocha Moya, pero presuntamente las autoridades les negaron el acceso y sus peticiones no fueron atendidas.
Pável Calderón Sosa, dirigente del Movimiento Antorchista en Sinaloa, expresó solidaridad con los afectados y ofreció acompañamiento en su lucha por obtener una solución.
«No los vamos a dejar solos, vamos a luchar con ustedes, tienen un brazo solidario de gente que no sabe rendirse ante las dificultades», refirió el activista.
Nicanor Benítez, una de las afectadas que dejó su hogar hace dos meses, lamentó la falta de respuesta de las autoridades ante su situación.
La mujer relató cómo perdió todo lo que construyó durante décadas.
«Me sacaron, no tuve oportunidad de traer mis cosas, no traje nada. Me corrieron de la casa. Tenía 85 años viviendo en Vainilla y ahora no tengo nada. Queremos que nos apoye el gobierno, pero no así, con las puertas cerradas», señaló.
Felipe Benítez, también desplazado de Vainilla, describió las condiciones precarias en las que vive actualmente: sin trabajo, sin ingresos y con problemas de salud que empeoran.
«Dejé todo allá. La verdad aquí ando sufriendo, no veo, tengo un problema en el ojo izquierdo. Aquí ando con mucho esfuerzo, pidiendo que nos escuchen, porque nos dejaron sin nada. Queremos apoyos de vivienda», aseguró.
Calderón Sosa llamó a los manifestantes a mantenerse unidos y anunció que presentarán denuncias públicas para visibilizar su situación y exigir ser escuchados.
El desplazamiento forzado en Culiacán sigue afectando a familias enteras que esperan una respuesta institucional a su crisis, derivada del repunte de violencia en la región.
