Washington. – Estados Unidos entró en parálisis presupuestaria desde el primer minuto de este 1 de octubre, después de que el Senado rechazara la última propuesta para evitar el cierre.
Las diferencias irreconciliables entre demócratas y republicanos provocaron el primer shutdown del gobierno federal en casi siete años.
La Casa Blanca ordenó a las agencias gubernamentales «implementar sus planes para un cierre ordenado» tras las frenéticas negociaciones fallidas en el Congreso.
La votación final registró 55 votos a favor y 45 en contra de una ley de financiamiento provisional, pero el reglamento del Senado exige 60 de 100 votos para aprobar textos presupuestarios, lo que requería siete votos demócratas que no se obtuvieron. Los republicanos, por su parte, rechazaron previamente otra propuesta demócrata.
El cierre administrativo obligará a 750 mil empleados federales no esenciales a suspender labores temporalmente, con pérdidas de ingresos equivalentes a 400 millones de dólares.
Los trabajadores considerados esenciales, como las tropas militares, continuarán sus funciones sin recibir salario hasta que se resuelva el impasse.
El último shutdown ocurrió en diciembre de 2018 durante el primer mandato de Trump y duró 35 días, hasta finales de enero de 2019. La Oficina de Presupuesto del Congreso calculó que aquella parálisis redujo el producto interno bruto en 11 mil millones de dólares.
Analistas de la compañía de seguros Nationwide estiman que cada semana de cierre podría reducir el crecimiento del PIB en 0.2 puntos porcentuales.
Ambos partidos intentan evitar estas crisis por su impopularidad, especialmente con las elecciones legislativas de mitad de mandato programadas para noviembre de 2026.